¡BASTA YA!

¡BASTA YA! Ya está bien de agunatar a esos cientos de impresentables que cada domingo visitan lso estadios y hacen que el resto (los 35.000 o 45.000 o 50.000 restantes) sean juzgados bajo el mismo concepto. La imagen de este bello deporte se resiente cada vez que estos energúmenos actúan impunemente escondidos en la masa.
Cada vez que un árbitro suspenda un partido porque se lanzan objetos desde la grada, lo apoyaré. A ver si en un futuro, cuando el currito de turno que paga 12.000 pesetas por una entrada se vaya a su casa sin acabar de ver el partido, o el que se ha hecho 300 o 400 kilómetros desde su pueblo o ciudad, vea que su fiesta soñada se hace añicos porque un impresentable tira algo al campo, sean los propios espectadores los primeros en denunciarles a la policía.
No se debe premiar la puntería. Si cae una botella de crista... A la caseta. Si cae una piedra, un bote lleno o una bola de golf (como este fin de semana),... A la caseta
A base de suspender partidos y de fastidiar ilusiones, será la única manera de que estos animales incivilizados entiendan que no tiene derecho a hacerlo por pagar una entrada y que si hacen eso, se acabó la fiesta.
A lo mejor al principio nos sienta mal a todos que sin haber heridos o incidentes se suspendan ocho o nueve partidos al año, pero a la larga le harán mucho bien al fútbol. Si la botella del Camp Nou, la del Calderón, la del Lopera, el petardo de San Mames, o la bola de golf de anoche en Sevilla impactan bien en alguien en un futuro, tendremos nuestro primer muerto por un lanzamiento desde la grada y entonces sí, entonces nos rasgaremos las vestiduras y tomaremos medidas, cachearemos a conciencia a los espectadores y pondremos de verdad en marcha las UCOs. Este país nunca cambia y para que se cambie el tracado de una curva o el sistema de un cruice tiene que haber media docena de muertos en accidentes. No esperemos a que eso suceda en el fútbol.