vicentone, el blog de Vicente García

Un sitio para hablar de fútbol y de periodismo. Aunque no seré yo el que coarte la libertad de contenidos. Los de deportes, buena música y buen cine, son siempre bienvenidos.

miércoles, febrero 18, 2009

Raúl

Raúl es a día de hoy el mejor futbolista de la historia de este país. Al menos por sus números. Eso no tiene discusión alguna. Se ha dicho mil veces: Es muy bueno en muchas cosas, pero no es el mejor en nada. También se ha dicho que es su hambre de gol y su picardía lo que le han hecho grande. El Real Madrid ha tenido grandes sietes, mucho mejores que Raúl en el aspecto técnico y táctico (Amancio, Juanito...) y otros que sin jugar de siete han superado al madrileño en muchas cosas (Di Stéfano, Del Sol, Gento, Velázquez, Schuster, Zidane y hasta Guti, por poner algunos de los cientos de ejemplos en la historia del club). Pero nadie ha podido igualar al "palestino" (así le llamamos entre los periodistas desde el principio de su carrera porque, con ropa humilde, no desentonaría en cualquiera de las calles de Gaza por su cara) a la hora de hacer números (goles, partidos, internacionalidades, etc).
Hasta en sus momentos más bajos (casi dos años en los que se le quiso jubilar) Raúl ha demostrado su compromiso con el club. Ha corrido como le gusta al Bernabéu, se ha comprometido con el equipo como le gusta al Bernabéu y ha demostrado su amor a los colores blancos como le gusta al Bernabéu.
Hasta aquí todo son datos indiscutibles. Otra cosa es la selección y, sobre todo, esta selección. Raúl salió de La Roja por motivos personales con Luis Aragonés. El 7 de españa ninguneó (junto a Michel Salgado y Cañizares) al seleccionador en el Mundial de Alemania por no aceptar su suplencia. Extendió mal rollo, malas vibraciones en un equipo necesitado de unión y, sobre todo, de creerse su fútbol, una asignatura pendiente que por fin el fútbol español ha saldado en la pasada Eurocopa. Razones personales, no deportivas y una casualidad penosa para Raúl, que después de años en la selección vio desde su casa levantar la copa a Casillas.
¿Se merecía Raúl estar en la selección? Rotundamente si. ¿Se lo merece ahora? Rotundamente sí. Pero mi concepto de selección dista mucho del que algunos esgrimen con la famosa frase "hay que convocar a los mejores". Yo no lo veo así. Creo que el seleccionador tiene que hacer un equipo base en el que confíe tanto futbolísitcamente como a nivel social o personal. Es decir, por muchos goles que Salva Ballesta marque en la Liga, yo nunca le llevaría a la selección. Me llevaría a la base y pequeñas incorporaciones, como hizo Luis y como ahora hace Del Bosque.
El actual seleccionador es uno de los que podría haber llevado a Raúl a la selección porque le conoce y le admira sobradamente, pero no lo ha hecho y no lo hará. No es tonto. ¿Es que alguien tocaría este equipo que juega de locos? ¿Alguien se arriesgaría (dejando de lado las razones deportivas) a llevar a una persona que puede dinamitarte el buen rollo que se respira en La Roja y que se vio retratado con la celebración de la Eurocopa? Nunca en mis 24 años de profesional he visto a la selección más accesible y con tan buen rollo que en el Europeo. No después de ganada la Eurocopa, sino desde el principio. Y eso que Luis nunca pone de su parte para que esto suceda con sus excentricidades e impresentabilidades constantes. Con Del Bosque todo irá mejor porque además de ser un crack en el aspecto futbolístico, es una enorme persona, con un gran corazón. Como pasó con los Butragueño o Sanchis, con una excelente imagen de puertas para fuera, Raúl tiene una doble cara de puertas para dentro. Es mafia pura heredada de otras épocas del vestuario blanco (Camacho, Gallego, Hierro, Gordillo, Juanito, Butrageño...) y se lo demostró en Alemania a Luis, que sorpresivamente ha tenido la elegancia de no contarle a nadie las jugarretas del siete en el Mundial.
Resumiendo. Que Raúl está bien donde está. Que hace bien en no aceptar limosnas de homenajes injustificables. Ya habrá tiempo de rendirle merecido tributo a su enorme carrera. Pero ahora mismo, viendo jugar a los Xavi, Iniesta, Silva, Villa y compañía, que Raúl vea a España en la tele desde su casa y deje a las nuevas generaciones intentar hacer grande al fútbol espeñol, al que él subió a la cima con su trayectoria. Aborrezco su injustificable manera de celebrar los goles por todo lo expuesto anteriormente. Sobra esa reivindicación absurda porque sus números noquean a cualquiera. Pero la selección es algo más y se ha demostrado que cuando juega como un equipo, hacemos el mejor fútbol del mundo.
Así que gracias Raúl, pero quédate en casa porque da gusto ver jugar a la selección y cuando algo funciona así es mejor no tocarlo.

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